miércoles, febrero 10, 2010

3:07 am.

Llevaba horas recostado en su cama y la televisión ya no le entretenía, sólo aumentaba sus deseos de dormir. Él sabía que debía hacerlo, quería hacerlo, pero aún así se resistía. El reloj marcaba las 2:36 am. Decide esperar a que termine la película para luego entregarse al sueño. Al poco tiempo su estómago comienza a demandar alimento, pero él no hace caso y sigue viendo la película. El tiempo pasa y su estómago pide con más y más fuerza, hasta que finalmente sucumbe al hambre y decide ir a buscar algo para satisfacer a su ruidoso amigo. Al salir de su habitación no se percata de lo oscura que está la noche, no sabe que hoy la luna se ha ausentado, sólo se fija en la hora que marca el reloj del comedor, 3:07 am. Tal vez sea el sueño, tal vez sea el hambre, pero su caminar es pesado, sus pies apenas se levantan del suelo, su cabeza parece atraída por la gravedad, sus manos cuelgan inertes a su lado. Al llegar a la cocina siente un olor extraño, pero no le presta mayor atención, el sueño nubla levemente sus sentidos. Con total familiaridad abre la puerta de la cocina, sus pies intentan dar un paso adelante, pero su cuerpo está paralizado, con la mirada fija en la oscuridad. Desde el momento en que abre la puerta un ruido le inquieta, se queda inmóvil al notar una par de ojos rojos en la oscuridad. El sonido se ha detenido, pero aquellos ojos le miran fijamente. Un escalofrio recorre su espalda, los pelos se le erizan, no puede parpadear. Está aterrorizado. Quiere moverse, dar un paso atrás y correr, pero su cuerpo no responde.  

Su mirada se mantiene fija en aquellos ojos que le observan, tiene miedo a desviar su mirada, un pestañeo podría ser el fin, aquella silueta bajo el marco de la puerta parece querer abalanzarse sobre él ante el mínimo descuido. Es jóven, no sabe que hacer, es la primera vez que ve un humano, es la primera vez que es sorprendido por uno. Su respiración se vuelve más pesada, de forma involuntaria sus pelos se erizan, para hacerlo parecer más grande. El humano aún no se mueve, la tensión no hace más que aumentar su miedo.

Han pasado unos segundos solamente, pero para él ha sido una eternidad. Sus ojos se empiezan a acostumbrar a la oscuridad, ahora puede ver mejor a "eso". La silueta le revela que aquella criatura tiene al menos la mitad de su estatura, es muy delgado, sus largos brazos terminan en una grandes garras, y sus pies parecen listos para saltar sobre él al menor descuido, su hocico alargado le recuerda al de un perro. Ahora puede ver mejor, la criatura está cubierta por un pelaje oscuro, sus pelos erizados, un pequeño cuerno se asoma un poco más arriba de sus ojos, su boca semiabierta deja ver una gran cantidad de dientes puntiagudos. En su mano nota algo, la criatura le estaba robando comida.  

Ya no tiene deseos de comer, la situación le ha quitado el hambre. Nota como el humano lo observa, lo examina, pero permanece inmóvil. Sabe que la situación no puede seguir así por mucho, se prepara para escapar. 

La criatura se mueve levemente, está lista para atacar, entra en pánico, mueve su brazo para intentar cerrar la puerta y escapar.  

El humano se ha movido, ya no puede esperar más, debe escapar, salta hacia adelante para espantarlo y luego huir. 

La criatura está atacando, el sudor corre por su cara, no puede evitarlo, y cierra los ojos. Todo fue muy rápido, sólo fue un instante, abre sus ojos para enfrentar a su atacante, pero la cocina está en silencio, todo es oscuridad nuevamente. La criatura había desaparecido.

2 comentarios:

Aracelli dijo...

Amoor O: quien es esa criatura,,, lo que escribiste se ve interesante,mmm, de verdad me gustó, espero que sigas escribiendo asi, xq tenias botadito tu blog, poquito pero bueno eh! jaja :)
Te Amoooo Mucho mi amor(L)

TR82K1U dijo...

Bueno, tienes talento; deberías probar a escribir una novela ;)